Como en todo tenemos días malos y días buenos, así es la vida.
Como en todo, valoramos más unas cosas y a otras menos, como en todo sí, pero a veces las valoramos demasiado tarde. El silencio, para mí, es algo básico, con el silencio, uno se centra, se reconforta, se hunde, se da ánimos, organiza, planifica, duerme, descansa, habla, etc.
No sabemos disfrutar del silencio, algo básico en el día a día, donde el ruido domina una vida llena de sinsabores, llena de sufrimiento y de dolor, la vida es masoca, y nosotros sus cobayas, podemos aguantar todo, pero ante lo más mínimo caemos, y parece que el peso de toneladas de cemento nos oprime en el pecho y el corazón, reventándonos las sienes hasta límites insospechados...pero claro es lo hace algo mínimo, cuando realmente aguantamos el dolor de otras cosas mucho más dolorosas.
Friamente las cosas no son lo que parece, en el silencio tenemos una visión distinta de las cosas, el silencio es mágico, buscamos en nuestro interior todo lo que tenemos, o simplemente lo que nos interesa ver. En el silencio vemos lo que realmente somos, seamos A o B, somos así, sólo que el ruido rutinario y diario de nuestra vida, hace que no sepamos cómo somos realmente.
Las cosas más importantes se gestan en el silencio, no siempre en el exterior, sino en el interior, dejamos nuestros pensamiento superfluos a un lado, le damos al mute y nos aclaramos. No valoramos el silencio, o simplemente no nos damos cuenta de lo importante que es.
Digamos que es como mirarse al espejo y ver en el a nuestro verdadero yo, todos hemos querido ser de una manera distinta, o no me digais que no, todos soñamos con un yo "mejorado", una versión más fiable, más controladora, más dominante, más fría. Pero sólo en nuestro interior podremos saber realmente como somos.
Tanto ruido en el día a día nos nubla la mente, tanto ruido nos esconde la realidad. El silencio y en silencio es uno de esos pocos momentos en que somos como realmente somos. Como he puesto de título disfruta del silencio.
un saludo silencioso
