So much to me

jueves, 29 de octubre de 2009


Me encanta tener mis ratos para mi solo. Me gusta, esos ratos en los que yo estoy con yo, un cara a cara, donde el silencio domina la situacion, mirada perdida, y tirado en una posición bastante cómoda.
Así estoy yo ahora, pijama incluído. El silencio roto debido a la canción que suena en mis cascos, y con el portatil en mis piernas.

Son de esos días, en el que uno se reencuentra consigo mismo, son de esos días, en los que uno se cuida a si mismo, se mete dentro de su cabeza e intenta ordenar sus cosas, y siendo yo, como soy yo, pues da un poco de miedo, puesto que tengo un pacto con mi cabeza en la que yo no la molesto a ella y ella no me molesta a mi.

Me soprendo a mi mismo, cuando miro a mi interior, sólo veo oscuridad, me gusta, pero me sorprendo incluso a mi mismo. Supongo que será porque he tenido un día un tanto peculiar, y estoy tan cansado que mi cabeza sutilmente me dice que mejor lo dejamos para otro día, supongo por que no lo sé realmente.

Hoy me ha desbordado ciertas situaciones, "envenenarme" no me gusta, y menos con gente que aprecio, no es que aprecie, es parte de mi y de mi día a día. Pero soy humano, y a veces uno explota por desesperación, me jode discutir, pero bueno, tengo demasiado carácter aunque me pase el día riendo.

Además me ha sorprendido que alguien me arrancase una sonrisa en mi momento mas temperamental, cuando me transformo en un ser que gruñe por lo bajo con una bocanegra que asustaría al mismisimo diablo. La vida no deja de sorprender, y bueno desde hace tiempo he aprendido a valorar los pequeños detalles que hace que la vida pueda merecer la pena, arrancarme una sonrisa en momentos malos, del tipo que sea es algo que valoro; sigo pensando que la vida es bastante puta como para vivirla en un continuo miedo o temor por todo, me gusta vivir el día a día, hacer de cada momento, un momento bueno en la medida de lo posible, reir hasta que te duela el pecho, son cosas básicas o al menos creo yo, lo malo es que no todo el mundo lo ve así. Por eso, y quizás sólo por eso, arrancar a alguien una sonrisa cuando lo pasa mal, merece darle el valor que corresponde, la mejor de mis sonrisas, una enorme sonrisa para ese mal momento, que signifique, con todas las letras en mayúsculas, subrayadas, en cursiva y con el color más cantoso que el ojo humano se pueda permitir, para que se pueda ver bien un "gracias por recordarme que hay cosas que hacen que la vida merece la pena".

Si no valoramos las pocas cosas buenas que las vida nos pueda dar, la vida deja de ser vida, y uno deja de ser uno mismo. Supongo que serán cosas que se aprende, supongo...o al menos así me lo aprendí yo.

Never let to go

lunes, 26 de octubre de 2009


Miras ahí fuera, por el espejo de mi enorme ventanal, y uno no se deja de sorprender. En bendito mundo vivimos, la gente, dispar como la serie de colores que te puede recitar una tía, deambula con prisa, a su aire, de un lado para otro, ocupada en sus cosas para darse cuenta siquiera que la observo divertido, mientras tomo mi café recién levantado.

Es curioso que seamos tan distintos, pero a la vez iguales, todos tenemos nuestras necesidades básicas que queremos satisfacer, todos queremos al menos por un momentos , ser esa persona que durante un periodo por minúsuculo que sea, que es el centro del mundo. A nuestra manera todos los buscamos, nos encanta que nos valoren.

Pero luego a la vez somos tan distintos, en la manera de afrontar las cosas, de vivirlas, de sentirlas, de contarlas, de... de... de...

Supongo que en gran medida soy una persona feliz, porque he aprendido a aceptarme tal y como soy, me he forjado y para lo bueno o lo malo soy asi, tengo mis virtudes, y tengo mis defectos, que no son pocos, pero soy así, y he aprendido a convivir con ello, a aceptarlo, a aprender y a sacarle partido.

Quizás por eso puedo estar por la mañana, ante un día arduo de clase disfrutando en mi mundo feliz del amenecer de un nuevo día.

Ahora preparándome para meterme en cama sigo con esa misma cara de sobado que hace horas, con estos pelos tan míos, y con mi cara de niño con sonrisa "pilla".
Sigo siendo feliz pero mientras escucho mi querida música, con la que puedo desconectar, ponerme las pilas o quedarme dormido en cama, pienso en esa gente tan especial que busca el agrado y el engrandecimiento del resto a costa de otros, y pienso en esos otros objetos de las mofas y las iras de otros. Los primeros son gente respetable y respetada, que marca con una gran X sus víctimas y "gracias" a ellas seguirá en la cúspide de la escala social. Los segundos ahogan sus penas en sus sentimientos, en su soledad mental, preguntándose quizás el porqué. Seguro que son gente que merece la pena, pero quedar marcado desde un principio es una gran losa que normalmente les acompañará el resto de los días.

Me he parado a pensar si yo soy de los primeros o de los segundos, sólo tengo claro que no creo que sea ni de unos ni de otros. Soy el primero en reirme de alguien, pero creo, y digo creo que tengo un límite. Y tampoco de los segundos, porque para bien o para mal, la vida me ha marcado a fuego no en mi piel, sino en lo más profundo de mi alma, y me ha forjado tal y como soy hoy, tengo un grupo de amigos que muchos quisieran, tengo la suficiente confianza en mi como para reirme de mi mismo el primero, y tengo la suficiente cabeza como saber cuando decir basta.

Lo dicho, para bien o para mal soy así, como soy hoy, como soy ahora, con esa cara de niño con esa sonrisa endiabladamente pilla; mañana seguro que disfruto de mi café con la misma alegría y con el mismo sueño que hoy.

saw 6


Han censurado saw 6, porque fomenta la violencia...
¿y qué pasa con los telediarios?
¿con las pelis españolas, donde sólo salen desnudos y droga?
¿tendrá algo que ver que la ministra sea guionista?
¿y con las series del estilo 90 60 90, FoQ, los hombres de Paco o el Internado?
¿los anuncions erótico-festivos de la sexta para tu móvil?
y un largo etc.

A lo cual solo puedo decir: "si Jigsaw se bajará del triciclo..."