Creando escuela

lunes, 9 de abril de 2007


Pasarse 5 días de esta Semana Santa con mi sobrino de 3 añitos, ha sido toda una experiencia, nos dio tiempo a todo.
La verdad es que el enano ya apuntaba maneras cuando sólo tenía dos años, sobretodo con el tema del sexo opuesto, gritarles a las morenas o a las rubias por la calle la verdad es que es todo un espectáculo.
Lo peor de todo es que al pasar tanto tiempo con el mi hermana y mi madre pensaba que cada animalada que solataba el peque era básicamente por mi influencia...y la verdad es que no es así al 100%, lleva el gen Lois y eso ya marca. Un ejemplo por citar alguno es que una tarde mientras mi madre le cantaba una canción que iba sobre un conejo que se perdía en el bosque y que en su versión original todo acaba estupendamente el niño le contesta a mi madre cuando ésta le pregunta "¿qué le pasa al pepe el conejo cuando llega al bosque?":"LLega un cazador y le abre la cabeza con un palo hasta que muere..." Obviamente yo me partí el culo y claro cuando noté la mirada de mi madre la risa se me quitó. Mi madre empezó a llamarme de todo porque pensaba que yo le había inculcado estas brutalidades al peque cuando la verdad es que yo a pesar de que soltaría algo del estilo no había dicho nada. Ejemplo 2: comida familiar y entonces mi hermana está bebiendo una copa de vino y el peque empieza a gritar "Chuma! Chuma!" y claro toda mi familia mirandome como diciendo "Joder Saúl ya te vale".
Pero a parte de estos incidentes poco alentadoras sobre lo que piensa mi familia de lo que le enseño yo a Pablito, he tenido otras situaciones de lo más variopintas...jamás pensé que un enano de 3 años me pudiera tumbar de un sólo golpe sin ser éste dirigido a una zona comprometida...el muy vil me arreo con una espada de bloques en mi rodilla maltrecha con el consiguiente grito de dolor y con el consiguiente K.O. técnico, para ya culminar mi humillación cuando me arrea otro en la cabeza y finalizar con una serie de mordiscos...menos mal que estábamos jugando! Lo de la rodilla siendo sinceros me recordó aunque con sus diferencias a un día que empujaron un taburete contra mi rodilla en casa de Dani, sólo que el peque estuvo más acertado con el golpe.
Luego dando paseos por Pontevedra con él, íbamos en ese momento los dos sólos mientras mi madre estaba de palique por ahí y me encuentro con un compañero de clase del SEK y al verme me pregunta..."¿es tu hijo?" a lo cual yo le suelto "sí, es el menor de los dos que tengo". Verle la cara contrayéndose en una mueca de asombro valió la pena, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Y ya para terminar al enano se le pegaron cosas más o menos buenas como lo de sacar la lengua en las fotos JURJUR! si es que he de reconocer que se me cae la baba con Pablito a pesar de que me pegue palizas ;)
saulillo

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