La buena obra del día

Que mi vida es surrealista nadie lo duda, pero es que lo que me pasa a mi es que ya no tiene término que lo pueda definir completamente (alguien me diría "se te vaaa!", pero ni eso).

La cuestión es que el otro día saliendo del claustro de la Xeral me asaltaron dos ancianas...

El tema es que se me avalanzo una y se me enganchó al brazo, yo me quite los cascos y va y me dice "mozuelo, sabes por donde habrá un toilet por aquí que queremos orinar?"y yo entre el shock por el engachamiento ancianil y por el lenguaje utilizado, después de unos segundos de duda le indiqué la puerta de entrada a la biblio. Cual fue mi sorpresa que la anciana se me agarra más al brazo mientras la otra, para mayor sorpresa se me engancha al otro, diciendome la primera de las ancianas "hay hijo mío que amable eres por acompañarnos".

Ahí me veis a mi andando por el claustro de la Xeral con dos anciana enganchadas a los brazos. Yo rezando para no encontrarme con nadie conocido, porque el puteo podría ser eterno, y la verdad es que la gente flipaba al verme rodeado de dos macizas.

Una vez llegado a la susodicha puerta les indique la puerta de la bajada a los baños y mientras me contaban "es que estuvimos bebiendo manzanilla y no aguantamos más"( a lo que yo pensaba...manzanilla los cojones, anís del mono mínimo) me dijeron "hijo mío, pero ya que estás acompañanos hasta la bajada por favor", así que nada , ahí iba yo ante la cara de estupor del segurata con las dos ancianas...éstas acojonaron al ver la bajada del baño y obviamente me dijeron que si las ayudaba a bajar...y sí, las bajé, pero como no entrábamos los tres , tube que bajar primero a una mientras me describía con una habilidad que con sólo la experiencia se puede adquirir, que los peldaños eran resbaladizos y de muy mala contrucción.Una vez dejado a una anciana en la misma puerta del baño, subí, enganche a mi otra amiga y tambiénla bajé.

Se metieron en el baño dándome las gracias y diciendo que ya me podía ir que seguro que tenía cosas que hacer.En fin, así es mi vida, una buena obra nunca hace daño.

saulillo